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UN PAN PARA CADA DESTINO
Por muy verano que sea, no podemos pasar tres meses de vacaciones non stop, viajando de aquí para allá sin atender a nuestras obligaciones y rutinas. ¿O sí? Te proponemos una forma diferente de trasladarte a otros lugares a través del gusto y del olfato gracias a la experiencia sensorial de degustar un producto tan tradicional y tan arraigado en las diferentes raíces gastronómicas como es el pan ¿nos acompañas?
En un interesante recorrido turístico por Europa a través de varios tipos de pan vamos a hacer paradas en la Bretaña francesa, la costa griega, la Puglia en Italia o el cantón suizo de Valais. Tenemos para todos los gustos: playa y montaña; norte y sur; historia y naturaleza… De la mano de Moncho López, socio fundador de Levaduramadre Natural Bakery, descubrimos las características distintivas de cada hogaza y por qué son tan evocadoras.
• Hogaza de tomate: “preparada a base de harina de trigo, un toque de harina de centeno, masa madre, tomate seco y un mix de hierbas aromáticas, este pan nos hace viajar hasta la región italiana de la Puglia –el tacón de la bota-, donde el tomate seco es el rey de su gastronomía”, explica Moncho. Prácticamente omnipresente en sus platos, también los podemos ver y oler secándose al sol en muchos de sus tejados. No olvides además que esta zona es una de las grandes desconocidas de Italia pero tiene lugares tan interesantes como Bari o Lecce en los que aún encontramos interesantes de su pasado español.
• Pan de centeno: la harina con la que se prepara este pan es muy, muy integral porque tiene una cáscara muy gruesa y poca almendra central, eso también hace que se diferencie mucho tanto de otros panes integrales, como de otros panes de centeno. Es por tanto un pan bajito, pesado, compacto, denso y muy interesante que “elaboramos con una masa madre de centeno que fermenta durante dos días lo que acidifica mucho el pan, ya que si no lo hiciéramos así la cáscara y la miga se separarían. Esto provoca un cierto picor en boca muy característico de estos panes”, nos cuenta Moncho. Es muy parecido al Walliser Roggenbrot suizo, un pan con Denominación de Origen procedente del cantón suizo del Valais, donde se encuentra el glaciar más grande de Europa.
• Hogaza de aceitunas de Kalamata: “lo hacemos con harina de trigo, harina de centeno, masa madre y sal y le sumamos aceitunas de Kalamata deshuesadas. La aceituna con denominación de origen griego y con un intenso sabor, se caracteriza por su carnosidad, por el contraste de sabores y por su bonito color morado” dice Moncho. Se cultiva por todo el país, pero es especialmente abundante en el sur del Peloponeso, donde se encuentra la ciudad que da nombre a la variedad y el museo de la aceituna, así como importantes restos arqueológicos de la antigua polis de Esparta.
• Barra de Bretaña: “es una barra con un carácter muy marcado, que recuerda mucho a los panes del norte de Europa por el uso de las maltas y del cereal entero o troceado en el interior”, asegura Moncho. Degustarlo es una experiencia gastronómica tan interesante como conocer los rincones medievales de Fougères, de la pintoresca Lannion o disfrutar de la mezcla de tradición y modernidad de Nantes o Rennes.