Descripción
Es un pan que sienta muy bien al organismo y es precisamente ese el motivo por el cual preferimos mezclar el maíz con espelta en lugar de con trigo buscando potenciar esa facilidad en la digestión, y le añadimos un toque de cúrcuma, una especia muy adecuada también en este sentido ya que es un potente antiinflamatorio natural. Es un pan con un intenso color amarillo y una miga compacta.
El maíz es un alimento muy rico en almidón y por lo tanto muy saciante, esta cualidad le permite calmar la sensación de hambre durante mucho tiempo, haciendo que nos olvidemos del peligro de picar entre horas. La espelta por su parte posee gran cantidad de fibra soluble, especialmente indicada para retrasar la absorción de los hidratos de carbono, y es una gran fuente de un aminoácido esencial llamado lisina, imprescindible para que el cuerpo produzca tanto elastina como colágeno, que son las proteínas que le dan a la piel su firmeza y flexibilidad y son más que necesarias para regenerar la piel tras una prolongada exposición al sol. Ambos ingredientes nos aportan zinc, mineral que está especialmente indicado para la fotoprotección de la piel contra los rayos ultravioleta (UV), tanto es así que muchos filtros solares, que proporcionan un amplio espectro de protección UV, utilizan para su fabricación óxido de zinc. Por último, la cúrcuma, una especia cuyas propiedades han sido ampliamente reconocidas y entre las que se cuentan la mejora de los procesos digestivos, la prevención del envejecimiento prematuro de la piel y el freno al daño celular causado por los radicales libres.
Ingredientes: Harina de espelta (60%), harina de maíz (40%), agua, masa madre de cultivo de espelta, sal y cúrcuma.